Mientras España e Italia reincorporan la asignatura en sus escuelas, en Chile ésta se suprimió en la reforma curricular de 1998 y quedó incorporada en otras materias.
Es probable que un alumno egresado del colegio antes del año 2000 nunca abordara en sus clases de Historia el golpe de Estado de 1973. El marco curricular vigente desde 1998 situó ese hecho reciente como un elemento definitorio de la identidad nacional, y un hito a partir del cual extraer lecciones.
Es lo que concluyó el director del Centro Interdisciplinario para la Educación de la Universidad Católica, Cristián Cox, al analizar los currículos de Chile, Argentina, Brasil, Perú, Colombia, Guatemala y México. «Es fundamental para la construcción de competencias ciudadanas entender la sociedad y la política del país. Sin hacerse cargo del quiebre y los 17 años de autoritarismo, eso es imposible», explica.
Pero mientras Italia y España han repuesto el ramo de la educación cívica, mezclando en él las tradicionales lecciones sobre legislación con educación medioambiental y seguridad vial, la reforma chilena de 1998 terminó con la asignatura. Ante los reclamos de profesores y políticos, en 2004 una comisión de expertos fue comisionada a analizar el tema. Su conclusión: los cambios no significaron erradicar los contenidos, sino que readecuarlos y ubicarlos desde primero básico a cuarto medio en otros ramos, como Historia y Ciencias Sociales, Filosofía y Lenguaje.
El comité también sugirió enfatizar los contenidos en todas las áreas, sobre todo en Historia y Ciencias Sociales. Requerimiento que el ministerio de Educación recogió, por lo que la modificación está a la espera de ser aprobada por el Consejo Superior de Educación. «Debería estar listo a fin de año, durante 2009 haríamos la difusión entre los profesores y las modificaciones a los programas de estudio, para que en 2010 empecemos a aplicarlo», dice Jacqueline Gysling, coordinadora de Currículum del Mineduc.
EL COLEGIO COMO CIUDAD
El profesor de Historia y Ciencias Sociales, Ernesto Caquisani, cree que la mejor forma de entregar educación cívica a sus estudiantes es hacerlo en la práctica. Por eso replicó, junto con 120 alumnos de cuarto medio del colegio Cardenal Samoré de La Florida, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Treinta embajadores concentraron el debate. La resolución: en seis meses, Estados Unidos debería retirar las tropas de Irak.
Es la nueva mirada de abordar la educación cívica. Según el análisis de Cox, países como Colombia, Perú y Guatemala enfocan sus currículos en valores universales, como los Derechos Humanos, la igualdad de género y protección del medioambiente, en desmedro del concepto de nación. «Esos currículos avanzan hacia una ciudadanía global, la pregunta es si esos elementos tienen la fuerza cohesiva que tiene la nación», plantea Cox.
En el caso de Chile, en tanto, se valora la identidad nacional en el contexto de la globalización. Eso es positivo para Cox, pues el programa chileno es de los que mejor calibra todas las dimensiones.
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